La oración milagrosa, es la comunicación existente entre el ser humano y Dios; se puede definir como la manera de expresar ante el ser supremo las penurias físicas o espirituales, por lo tanto, la oración es una muestra de devoción.
Es importante señalar que existen muchas oraciones milagrosas y poderosas que se pueden dedicar a Dios en cualquier momento del día, en las que se implora la ayuda para mantener las fortalezas y las sabidurías necesarias para sobrellevar y lograr superar dicha situación.
Cabe señalar que Dios es el que toma el aliento en la oración milagrosa, poniendo en nosotros la esperanza de buscarle, de conversar, de participar con nuestra vida. La persona que reza, que se orienta a atender a Dios y a dialogar, responde a esa iniciativa divina.
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¿Qué oraciones milagrosas existen?
“Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fíeles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste.
Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones; el dedo de la mano de Dios; el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne, aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que, en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo.,
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.”
“Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, Amén”
“Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.
Amado san Francisco de Asís,
El día de hoy elevo mi voz en tu nombre para pedirte
Que me permitas gozar de esa paz interior que renació
En tu corazón cuando vivías.De esta forma, yo podré difundir la fe del Señor
A los demás y ellos retomarán el camino verdadero
Por el cual deberán transitar.Haz que la paz me acompañe siempre y
Que los míos también gocen de este poderoso don.
Amén.
Piadoso y benevolente san Francisco de Asís,
Hoy clamo en tu nombre que, con tus dones otorgados por Dios,
Intercedas para con mi figura y me otorgues aquello que
Solo tú con tus dotes puedes obsequiar.Sálvame en estos momentos de desconcierto y
Prometo ser siempre tu servidor hasta el final.
Amén.
¿Qué se pide en las oraciones milagrosas?
Un significativo elemento en la oración milagrosa es que los católicos deben orar con integridad de alma, no obteniendo odios ocultos, se debe orar por los enemigos ya que fue así instruido por nuestro Maestro y Salvador (Mateo 5:44) y por los reyes y gobernantes (1 Timoteo 2:1-4).
Por otra parte, la oración milagrosa no es para indicar a Dios lo que él tiene que hacer y cómo, porque él es superior y nosotros somos producto de sus manos. En la oración decimos nuestro opinar y penurias, aunque las mismas son conocidas por él.