Oración de la serenidad va dirigida a Reinhold Niebuhr quien fue un filósofo, teólogo y escritor de Estados Unidos.
Esta oración que se izo muy popular solo sus primeras frases, tiene su origen en la segunda guerra mundial aunque las historias que van alrededor de esta oración son algo variadas, lo cierto es que, como toda oración, resulta poderos y de gran ayuda para todos los que pedimos en oración creyendo que lo que pedimos se nos será concedido.
Sea cual sea la historia verdadera que haya marcado el principio de estas palabras de oración creemos que hasta el día de hoy resulta de gran beneficio para todos los que creemos y profesamos una fe católica.
Las armas espirituales se nos entregaron para que nos apropiáramos de ellas y no es ponernos a pensar sino actuar, rezar y creer que Dios hace lo demás.
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Oración de la serenidad ¿Cuál es la finalidad?
La serenidad es un estado de completa calma que va mucho ms allá de una tranquilidad fingida y superficial.
No podemos decir que estamos serenos cuando por dentro estamos desesperados por ver reales los cambios que nos imaginamos.
Eso no es la verdadera serenidad sino un estado de hipocresía en el que muchas veces caemos de manera errónea intentando rentar lo que no tenemos.
Un estado de completa Paz y confianza en Dios que nos permite seguir creyendo en él aunque veamos lo que veamos. La serenidad en Dios nos lleva creer.
No hay forma de estar serenos cuando no creemos en Dios, la serenidad completa y verdadera viene de la mano de aquel que nos conoce desde el principio hasta nuestro futuro.
Oración de la serenidad completa
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente.
Amen.
Aprovecha el poder de la oración de la serenidad completa.
La serenidad en estos tiempos donde el afán del día a día parece consumirnos es todo un privilegio que debemos pelear para conservarla.
Puede que se nos presenten situaciones que nos quieran robar la paz, que desestabilicen el corazón, para esos casos existe la oración especial de la serenidad completa.
Es importante que sepamos que Dios no hace nada a medias y que puede ser que ahora mismo no veamos el milagro terminado igual debemos seguir confiando en Dios que él sabe cómo y en qué momento moverá las piezas a nuestro favor.
Oración de la serenidad San Francisco de Asís
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: donde haya odio, ponga yo amor, donde haya ofensa, ponga yo perdón, donde haya discordia, ponga yo unión, donde haya error, ponga yo verdad, donde haya duda, ponga yo la fe, donde haya desesperación, ponga yo esperanza, donde haya tinieblas, ponga yo luz, donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no busque yo tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como amar.
Porque dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado, y muriendo se resucita a la vida eterna.
Amén
San Francisco de Asís es uno de los santos que la iglesia católica mas quiere ya que ha sido el instrumento de Dios para bendecir a muchas vidas y familias enteras.
Se conoce que es experto en casos difíciles, en esos que parecen robarnos la paz. Su andar aquí en la tierra era sumiso, siempre con un corazón entregado y sensible a la voz de Dios.
A él se le pide, entre otras cosas, que nos llene de serenidad, que nos de la capacidad de ver la realidad y seguir confiando, seguir creyendo en los milagros.
A permanecer con la tranquilidad y la serenidad intacta porque hay alguien poderoso que cuida de mí y mi familia y amigos en cualquier momento.
Esa debe ser nuestra oración, nuestro rezo diario y no importa que tan mal se vea todo, mantengamos un corazón sereno desde lo más profundo y creamos que Dios nos ayuda en todo momento.
Oración de serenidad y tranquilidad
Padre Celestial, Dios amante y bondadoso, Padre Nuestro bueno, tu misericordia es infinita, Señor contigo tengo todo lo que necesito, contigo a mi lado soy más fuerte y me siento acompañado-a, por ello te suplico que seas Tú el dueño de nuestro hogar, de nuestras vidas y de nuestros corazones, habita y reina Padre Santo entre nosotros y da serenidad a nuestros sentimientos y a nuestras almas.
Yo ……. con toda total confianza en Ti y con la fidelidad de un hijo-a que ama a su Padre te suplico extiendas sobre nosotros tu favor y bendición, inunda nuestro ser con calma y serenidad, vela nuestros sueños, acompáñanos en la noche, vigila nuestros pasos, dirígenos durante día, danos salud, tranquilidad, amor, unión, alegría, haz que sepamos ser fieles y amigables entre nosotros, que permanezcamos unidos en el cariño y la indulgencia y que tengamos en este hogar la paz y dicha que ansiamos.
Permite que la Santísima Virgen María, Madre de Tú bendito Hijo y amorosa Madre nuestra, nos envuelva con su Santo Manto protector y nos auxilie cuando las diferencias nos separen y entristezcan, permite que nos tienda su dulce y tierna mano reconciliadora para que se alejen las discusiones y los enfrentamientos, deja que se quede junto a nosotros y que Ella sea nuestro amparo ante las adversidades.
Señor envía al Ángel de la Paz a esta casa, para que nos traiga la felicidad y la armonía para que nos transmita la Paz que solo Tu nos sabes dar y nos ayude en nuestros agobios e incertidumbres, para que, en medio de las tormentas y de los problemas, podamos tener comprensión en los corazones y pensamientos.
Señor míranos con agrado y danos tu favor y bendición, haznos llegar tu ayuda en estos momentos de desdicha y haz que los problemas y diferencias por los que pasamos tengan pronta y favorable solución, en especial solicito de tu infinita generosidad:
(pedir con humildad y confianza lo que se desea obtener)
Nunca nos abandones pues necesitamos de Ti, que tu benéfico amor, tu justicia y fortaleza nos acompañen y den estabilidad en cada momento; que tu Presencia viva nos guíe y muestre el mejor camino, que tu concordia nos transforme desde dentro hacia afuera y nos haga ser mejores con los demás, ayúdanos Señor a que cada instante de nuestra vida el amor y la fe sean mas fuertes y grandes y danos lo necesario para que cada noche al irnos a dormir sepamos agradecerte todo lo que nos das.
Perdona nuestras faltas y concédenos seguir viviendo en santa paz, que el manantial de tu amor nos proteja, que las esperanzas que depositamos en Ti no sean vanas y nuestra confianza permanezca siempre firme en Ti.
Gracias Padre Celestial.
Amén.
Reza la oración de serenidad y tranquilidad con fe.
Dios siempre cuida de nosotros, es por esto que debemos confiar en que él está haciendo su voluntad en nuestras vidas todo el tiempo.
Debemos preocuparnos de tener en nuestra mente siempre un pensamiento de paz, un pensamiento que nos genere tranquilidad y confianza.
La mente es un campo de batalla donde muchas veces caemos aunque intentemos aparentar otra cosa. No es desentendernos de la situación y no hacer nada porque estamos confiando.
Es actuar con seguridad plena, con confianza y tranquilidad aunque mis ojos vean otra cosa yo se que Dios, el Padre creador está haciendo algo a mí favor en todo momento porque me ama.
Oración de la serenidad alcohólicos anónimos: Salmo 62
01 Del maestro de coro. Al estilo de Iedutún. Salmo de David.
02 Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación;
03 sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
04 ¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre todos juntos, para derribarlo como a una pared que cede o a una tapia ruinosa?
05 Sólo piensan en derribarme de mi altura, y se complacen en la mentira: con la boca bendicen, con el corazón maldicen.
06 Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza;
07 sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
08 De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
09 Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio.
10 Los hombres no son más que un soplo, los nobles son apariencia: todos juntos en la balanza subirían más leves que un soplo.
11 No confiéis en la opresión, no pongáis ilusiones en el robo; y aunque crezcan vuestras riquezas, no les deis el corazón.
12 Dios ha dicho una cosa, y dos cosas que he escuchado: «Que Dios tiene el poder
13 y el Señor tiene la gracia; que tú pagas a cada uno según sus obras».
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La serenidad es comparada con la capacidad de mantenernos en calma en medio de la tormenta, de creer y saber que Dios tiene cuidado de nosotros.
E momentos de desespero es importante que tengamos esta oración presente y que podamos ponerla en práctica en cualquier momento.
No se requiere un espacio o ambiente específico para orar y menos cuando tenemos el alma o el corazón agotados por la falta de serenidad.
En esos omentos que pensamos que vamos a perder el control, una oración puede cambiar el curso de la historia a nuestro favor, solo hay que creer.
Conclusión
Nunca se olvide de tener fe.
Creer en Dios y en todos sus poderes.
Creer en la fuerza de la oración a la serenidad completa. Sólo así conseguirá superar los malos momentos.
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