Oración De La Magnífica Católica Completa

La palabra Magnífica o Magníficat en latín, es una oración que hace la iglesia católica y a la vez un canto de alabanza. Es una oración que ha sido tomada como cántico en la iglesia católica. Se encuentra en el evangelio de Lucas 1,26-55 y fue recitado por la Virgen en la visita a su prima Santa Isabel. Esta oración se recita con frecuencia al realizar la Liturgia de las Horas y se considera como la referencia más importante sobre la verdad de la venida del Mesías al mundo. En la actualidad, el Vaticano aún recita La Magnífica en Latín al igual que otras oraciones de gran importancia.

La Magnífica es un canto de alegría en donde María refleja sus sentimientos más puros. Aunque su situación no era la mejor, confió en Dios y en su palabra. Sabía que todo lo que estaba por venir sería maravilloso y nunca se dejó dominar por el espíritu del miedo. María llena de alegría pronuncia La Magnífica y revela nuevos detalles sobre la venida del Señor. Cabe destacar, que en su mayoría, los pasajes de este cántico se encuentran en el Antiguo Testamento.

Por otra parte, celebra el hecho de que será madre, pero no de un hijo cualquiera, sino del Hijo prometido de Dios y que tanto había sido esperado. Se regocija porque Dios la ha mirado y la ha escogido a ella entre todas las mujeres. Se aviva su esperanza al ver como su hijo vendrá a salvar al mundo del pecado y a mostrar el reino de Dios a todos. Incluso podemos notar que es la primera en revelar las bienaventuranzas que luego Jesús predica en el Sermón del Monte.

En La Magnífica se muestra el espíritu que debe tener el hombre y los sentimientos que debe rechazar para agradar a Dios. Es por esto, que este cántico es tan importante para la iglesia católica. Indica el inicio de la salvación y la llegada del Salvador. Cada palabra que está descrita en La Magnífica tiene una fuerza incalculable. Nos permite acercarnos más a Dios y conocernos a nosotros mismos. Es alzar y proclamar que la promesa de salvación se ha cumplido.

Oración La Magnífica

Oración De La Magnífica Católica Completa

Proclama mi alma

la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios,

mi salvador;

porque ha mirado la humillación

de su esclava.

 

Desde ahora me felicitaran

todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho

obras grandes por mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.

 

Él hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

 

Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia

–como lo había prometido a nuestros padres–

en favor de Abrahán

y su descendencia por siempre.

 

Gloria al Padre, y al Hijo,

y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,

ahora y siempre,

por los siglos de los siglos.

 

Amén.

 Oración de la Magnífica Católica Completa

Oración De La Magnífica Católica Completa

Padre Celestial;

desde tu trono gobiernas con poder,

eres dueño del mundo y en lo que habita,

te pido tengas piedad por nosotros,

los pecadores,

y te acuerdes de nosotros,

cuando estés en tu gloria.

 

 De rodillas ante ti me postro,

en este día, vengo a ti,

con un corazón arrepentido y humillado.

 

Te pido mi amado,

Rey de reyes,

que intercedas por la humanidad,

que un día tu creaste con amor,

y a causa del pecado ha sido desobedientes,

y han hecho el mal en el mundo.

 

Mi Señor perdona todos mis pecados,

y dame un corazón lleno de amor,

muéstrame la luz y el camino del bien,

para seguirlo conforme a tu voluntad.

 

Dios de misericordia,

abro mi corazón a ti, para que habites en él,

permíteme vivir de la

mejor manera posible,

así como, vivió tu hijo Jesús en la tierra.

 

Ir por el buen camino,

y los senderos de justicia,

ayúdame ya que, en mi naturaleza,

no puedo solo con tantos deseos,

que hay en este mundo,

que nos corrompen y nos hacen pecar.

 

Te ruego Dios Padre que me ayudes,

quita de mi alma todo rencor

que pueda haber sobre mi prójimo

y pon amor y bondad en mí,

quiero vivir de la mejor manera,

siguiendo tu ejemplo y sirviendote a ti.

 

Te pido Dios bendito,

en el nombre de tu hijo Jesús,

asi mismo Poderoso y misericordioso

que reines con poder en este mundo.

 

Toda la gloria, honra y alabanzas,

sean dirigidas a ti,

cúbreme con tu manto protector,

de la misma forma que las energías negativas,

y las trampas del enemigo,

queden inertes por tu voluntad.

Tu misericordia se extiende,

de generación en generación,

a los que te temen y te sirven.

 

Mientras predican la verdad de tu palabra,

enseñando al mundo,

que existe un mejor camino.

 

Dios de Israel,

santificado sea tu nombre,

y exaltado por los siglos de los siglos,

de todos modos, veremos

tu mano guardándonos,

y cuidándonos en todo momento,

de toda violencia y tentación.

 

Así como también de la muerte

y nos haces sentir protegidos

en el refugio de tu grandeza.

 

Nos regalaste a través de tu hijo Jesús,

el perdón de nuestros pecados,

en el acto de amor

más grande que puede haber.

 

El cual fue humillado, y crucificado,

para que su sangre nos limpiara del mal

y sus heridas nos dieran sanidad

a nuestras enfermedades.

 

Finalmente, no tengo más que pedirte,

sino más bien agradecerte,

por las cosas perfectas y maravillosas,

que haces en mi vida.

 

Gracias te doy por tu bondad,

asimismo gracias por tu misericordia,

de la misma manera también por tu amor.

 

Y por escuchar las oraciones

de este humilde pecador,

que cada día quiere ser mejor para ti.

 

Amén.

 

La  oración nos brinda alivio y calma ante cualquier situación. No importa que tan grande sean nuestros problemas, podemos pedir lo que queramos y se cumplirá. Cuando estemos estancados y sin fuerzas, con angustia y desasosiego La Magnífica nos alentará. Es justo en los momentos más difíciles de la vida de todo cristiano, que debemos aferrarnos a esta oración y comprender su sentido de agradecimiento. Estamos aceptando a Dios en nuestra vida como único arquitecto de nuestro destino. Dándole el papel más importante en nuestras vidas y permitiendo que obre en nosotros como lo hizo con María.

No cabe duda que esta es una oración milagrosa y que nos ayuda a respirar la esencia de Dios en el espíritu. Es el canal principal para conectarnos con Dios de la forma más íntima que podemos imaginar. Haciendo realidad la manifestación de su amor entregándonos la felicidad plena. Si oramos correctamente obtendremos cualquier milagro que solicitamos al Altísimo, pero sobretodo estaremos en paz con Dios y con nosotros mismos.

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