Maewyn Succat, conocido como Patricio de Irlanda, fue un misionero cristiano irlandés que vivió entre los años 385 y 431 de ésta era. Se dice que fue capturado por piratas, a la edad de 16 años y vendido como esclavo a un pagano del norte de Irlanda.
Allí trabajó cuidando ovejas, y otros trabajos rudos y laboriosos, tiempo que aprovechó para orar mucho aunque según él mismo dijo, todavía no conocía al verdadero Dios.
Y aún así, que no era un hombre de fe, la Divina Providencia actuó en él y haciéndolo orar mucho de día y de noche pidiendo iluminación para salir de esa vida de trabajos forzados, hasta que seis años después soñó que debía huir hacia el mar, dónde un barco lo estaría esperando.
Así lo hizo, pero el capitán del barco que encontró se negaba a llevarlo gratuitamente, hasta que de tanto orar, el hombre decidió llevarlo. El viaje fue muy peligroso y llegaron a una costa desierta, tuvieron que caminar mucho y sus provisiones se acabaron, pero gracias a la oración y su inquebrantable fe, aparecieron en el camino tantos puercos que pudieron alimentarse hasta los perros.
Así mismo, éste construyó cerca de 700 iglesias, se dice que realizó más de mil milagros, entre los cuales se cuentan más de 30 resurrecciones, así como lograr llevar al mar a todas las serpientes que azotaban la región, liberando a los irlandeses del peligro de esos animales.
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¿Cuál es la oración de San Patricio por protección?
“Me envuelvo hoy día y ato a mí una fuerza poderosa, la invocación a la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la Unidad del Creador del Universo. Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del Cristo con su Bautismo, la fuerza de su Crucifixión, la fuerza de su Resurrección y Ascensión, la fuerza de su venida del día del Juicio.
Me levanto hoy por la fuerza de Dios que me guía,
– por el poder de Dios que me sostiene,
– por la inteligencia de Dios que me conduce,
– por el ojo de Dios que mira delante de mí,
– por el oído de Dios que me escucha,
– por la palabra de Dios que habla conmigo,
– por la mano de Dios que me guarda,
– por el camino de Dios que me precede,
– por el escudo de Dios que me protege,
– por el ejército de Dios que me salva de las redes del demonio.
– de las seducciones, de los vicios,
– de las inclinaciones de la naturaleza,
– de todos los hombres que me desean el mal,
– de lejos y de cerca, en la soledad y en la multitud.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del amor de los querubines, la obediencia de los ángeles. El servicio de los arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas, las predicaciones de los apóstoles, la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mí el poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de Dios para orientarme, el poder de Dios para sostenerme, la sabiduría de Dios para guiarme, el ojo de Dios para prevenirme, el oído de Dios para escucharme, la palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme, el camino de Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para protegerme, los ejércitos de Dios para darme seguridad:
-Contra las trampas de los demonios.
-Contra las tentaciones de los vicios.
-Contra las inclinaciones de la naturaleza.
Contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas que están contra nosotros. Contra las encantaciones de los falsos profetas.
Contra las leyes negras del paganismo.
Contra las leyes falsas de los herejes.
Contra la astucia de la idolatría.
Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno, el incendio, el ahogo, las heridas. Para que yo pueda alcanzar la abundancia de premio.
Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo en mí, Cristo bajo mí, Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo alrededor de mí. Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura, Cristo en la profundidad de mi corazón. Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mí, Cristo en la boca de todos los que hablan de mí, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.
Nos envolvemos hoy día en una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la unidad del Creador del Universo.
Amen.”
¿Qué se le pide a San Patricio en su oración de protección?
La oración fue creada por este Santo para protegerse de la hechicería que abundaba en su época, incluso ayuda a proteger de toda presencia maligna que pueda estar cerca de la persona o quiera acecharla.
Se ha conocido como la “Coraza de San Patricio” por ser una invocación a Cristo para que proteja contra el paganismo y todos los males terrenales a los que pueda estar expuesta la persona, permitiéndole cubrirse o formar una coraza contra la maldad física o espiritual.
También te recomendamos que reces la oración de la serenidad y al Arcángel Uriel.