A veces podemos dudar de cómo nos sentimos con respecto al Señor, por ello es importante elevar una oración a los Ángeles, para reforzar el sentir, en el siguiente artículo presentamos maneras de hacerlo.
Una Oración a los Ángeles para momentos en que necesitamos ayuda
Altísimo Dios Todopoderoso, tu que eres Padre de todos, nuestro Señor omnipotente que ama y aleja a los que atraen dolor, pena, enfermedad y dolor ya sea en espíritu o en cuerpo físico, te pido que concedas las humildes peticiones que, llenos de amor y humildad te solicitamos. Permítenos que seamos salvados por tus Ángeles, en momentos de carencia, enfermedad, cansancio y dolencia.
Toma de la mano a tus enviados en su labor de limpiar nuestras almas y vidas Santo Padre Celestial. Me dirijo a tus enviados, a tus Ángeles protectores de la vida y todo lo sagrado, seres llenos de pureza y luz, aquellos que están llenos de bondad, que entregan sus esfuerzos por nosotros los mortales.
Siempre he tenido presente que los Ángeles están protegiéndonos en todo momento, acompañándonos a los corderos del Señor, evitando que tomemos el mal camino y alejándonos del pecado, llevando sobre sus espaldas el abrumador peso de ser los guardianes de la creación. Por ellos hoy acudo a ustedes, celestiales.
Acérquense a mí, les ruego desciendan del cielo y me brinden su santo auxilio, su cuidado y su amor. Ustedes que sirven directamente en orden de Él, ustedes que vigilan con imperturbable sacrificio, que permiten que el día a día sea más llevadero para todos aquellos que nos encontramos en caminos difíciles.
Les pido hoy, por favor, que se conviertan en mi fortaleza cuando, por azares fuera de mi control, me encuentro más débil. Les suplico, con humildad y reconociendo su autoridad, que me cuiden y protejan de la adversidad a la que me enfrento. Por favor, presenten su poder y cuidado en forma de bendición y vuélvanse el alivio de los problemas a los que me enfrento (pueden ser económicos, de salud o de relaciones personales, lo importante es decir el problema con honestidad) y abran ante mí el camino al descanso que requiero para continuar.
Se los solicito en nombre de nuestro Señor Dios omnipotente, en nombre de María, reina de los cielos y madre del Señor Jesucristo, que vengan a mí lo más pronto posible y eliminen la intranquilidad que reina dentro de mi alma. La ansiedad del futuro y el peso del pasado que me consumen. Ayúdenme con el peso de las puertas de la sabiduría que en la actualidad se encuentran cerradas ante mí, sin concederme paso u oportunidad de mirar lo que esconden.
Continua
Tanto Ángeles y Arcángeles, ustedes que entregan sin esperar nada a cambio, hoy les doy las gracias por todo lo que anteriormente me han ayudado a atravesar. Por favor muéstrenle a nuestro Señor Dios mi más sincera plegaria y en mi nombre, rueguen por su ayuda. Por favor logren que escuche lo que pido ante ustedes, para lograr eliminar los problemas que me aprisionan. Que Él, en su infinita gracia, me siga llenando de esperanza por un mejor mañana, por un futuro tranquilo y sin tantas preocupaciones. Les sabré agradecer eternamente su intervención divina y los llevaré constantemente en mi alma y corazón el resto de mi vida.
Ángeles que guardan el cielo, lleven en sus alas mis deseos y suplicas hasta el Paraíso que habita nuestro Dios, por prosperidad y por estabilidad. Por salud y por sanidad espiritual, tanto de mí, como de mi familia. Que Él sea doctor de mis dolencias, que sea guía de mi espíritu, rogaré a Dios y a ustedes porque iluminen mi camino de ahora en más, porque permitan que me eleve a los cielos habiendo sido una persona de bien.
Arcángeles, vuélvanse, les pido, la defensa de mi ser en contra de todo lo impío que amenaza con romper la fortaleza de mi fe. Cuídenme de los males que intentan dañarme y concédanme velación, en nombre de Jesús, María y el Padre Celestial se los pido. Amén.
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Oración a los Ángeles por reforzamiento de fe
Ruego a los Ángeles, enviados del Señor, que ante mí se presenten, a medida que mi alma se entrelaza con su energía celestial y me permite volverme una persona de paz. Cada aliento, cada paso, cada movimiento me vuelve más y más un ser digno de su favor y cariño. Cada decisión de no ceder ante lo profano me vuelve más y más cercano al señor. Toda la energía negativa que existía en mi se elimina mientras más me acerco a ustedes seres de luz infinita. Tanto mi alma como mi cuerpo mortal son ofrecidos al Señor para que disponga de ellos, pues nací para servirle.
Así pues, han de ser eliminados mis prejuicios y mis rencores, pues en Él existe verdad y la verdad trae consigo paz. Mientras se acercan a este lugar recóndito y privado les pido, no tomen mi pasado para juzgar mi presente, pues la presencia del Señor ha salvado de mí, lo que antes no tenía reparo.
Oh Ángeles, que han puesto sus manos en mis hombros y sus alas alrededor de mi ser, límpienme y háganme digno de un lugar en el cielo, un lugar que me permita admirar Su Gracia sin sentirme avergonzado por mis pecados. Deseo encontrarme, luego de orar por ustedes, en un lugar dónde la redención no sea solo un sueño o un anhelo, permítanme tomar su mano y llévenme hacia mi Señor. Permítanme cumplir con mi propósito de servirle por siempre.
Les pido que sigan vigilando el camino que mi vida ha tomado, por decisión propia. Ruego que vean la verdadera persona que soy en el interior y si he realizado acción que les ofenda, pido su perdón, pues no puedo remediar mi condición humana. Tengo voluntad de mejorar Ángeles, así que pido que me concedan el beneficio de la duda, pues a veces el miedo y el dolor pueden nublar el juicio de un simple cordero del Señor. Deseo que observen la determinación con la que guío mi alma, pues mi propósito es Dios.
Así pues, agradezco su paciencia y su presencia. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.