San Antonio de Padua es conocido por muchos como el santo de las cosas perdidas pues él mismo, cuando estuvo en vida, fue testigo directo de algunos acontecimientos que para la mano humana eran muy difíciles. La vida de este santo es un milagro de principio a fin y, por todo esto, se convirtió en el gran ayudador de las personas que se enfrentan a problemas de pérdida de algunos bienes.
Es uno de los santos más rezados, su día es el 13 de junio, el mismo día que falleció en 1231, y fue un Sacerdote de la Orden Franciscana, predicador y teólogo portugués. Antonio de Padua fue el segundo santo más rápidamente canonizado por la Iglesia, tras san Pedro Mártir de Verona. Es uno de los santos católicos más populares y su culto se encuentra extendido universalmente. A él se le piden muchas cosas, pero la más conocida es encontrar algún objeto que se haya perdido. Este monje Franciscano del siglo XIII, que encontró unos manuscritos perdidos en una cueva, recibe oraciones por católicos de todo el mundo para iluminarlos en su búsqueda, ya sea por algo material, del corazón o espiritual.
Hay que decir también, que al santo de Padua se le confían todas esas personas que se sienten perdidas y que piden con la oración y el silencio la Gracia de encontrarse a sí mismas. Quienes han visitado la Basílica en Padua, donde se guarda su tumba, pueden atestiguar que san Antonio es de verdad para muchos una invitación a volver al Señor, a convertirse y a empezar una nueva vida.
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Oración a San Antonio para encontrar algo extraviado
A continuación, se expondrá una oración, que es muy usada por los creyentes para pedirle que interceda cuando se quiere encontrar algo que se haya extraviado:
Glorioso san Antonio,
tú has ejercido el divino poder de encontrar lo que estaba perdido.
Ayúdame a volver a encontrar la Gracia de Dios,
y hazme celoso en el servicio de Dios y en vivir las virtudes.
Hazme encontrar lo que estaba perdido,
para mostrarme la presencia de tu bondad. (Se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria).
San Antonio, glorioso siervo de Dios,
famoso por tus méritos y poderosos milagros,
ayúdanos a encontrar las cosas perdidas;
danos tu ayuda en la prueba;
e ilumina nuestra mente en la búsqueda de la voluntad de Dios.
Ayúdanos a encontrar de nuevo la vida de la gracia que nuestro pecado destruyó,
y condúcenos a la posesión de la gloria que nos prometió el Salvador.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Esta oración se puede hacer en cualquier momento o situación pues San Antonio siempre está atento a las peticiones de su pueblo y si es pidiendo un milagro específico la respuesta llega mucho más rápido. Recordemos que las oraciones son poderosas y que se convierten en un arma secreta que podemos utilizar siempre que necesitemos pues el único requisito es tener fe. Es por esto que no debemos desestimar la oración pues ella es poderosa en gran manera. Hay quienes acostumbran hacer propósitos de oración por varios días o a una hora específica pero lo cierto es que esto depende de lo que cada quien haya dispuesto en su corazón, pues eso es lo más importante.