Las Almas del Purgatorio, son los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios. Para lograr la purificación, las almas deben pasar por el “purgatorio”, que no es propiamente un lugar, sino un proceso que las preparará para poder entrar al cielo. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que la existencia del Purgatorio es una ‘verdad de fe’ revelada por el Espíritu Santo y sustentada en la Sagrada Escritura, de la que los católicos no deben dudar.
Las Almas del Purgatorio siempre estarán dispuestas a ayudar en aquellos casos difíciles, durante esos tiempos imposibles, solo se debe solicitar una intercesión de su parte, a través de una oración para peticiones urgentes. Ellas que están en este proceso de tránsito hacia el reino de los cielos, están dispuestas a interceder a todos los que siguen en la tierra y purgar sus errores lo antes posible.
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Oración para pedir a las Almas del Purgatorio
Para pedir a las Almas del Purgatorio, se puede rezar esta oración en el momento que se quiera solicitar una petición urgente:
Dios Padre Eterno, Dios de amor lleno de infinita misericordia,
te ruego con todo mi corazón y con gran humildad
perdones a las pobres almas que vagan por el Purgatorio,
te pido te apiades de las ánimas que están cautivas,
y que, por medio de tu mucha compasión y bondad
hagas posible que obtengan su pronta liberación,
que puedan dejar de sufrir y cuanto antes gozar del Cielo.
Oh Virgen Santa, María, Madre del Señor,
Tú que eres consoladora de los afligidos
acoge bajo tu protección a las Almas que están en el Purgatorio,
escucha en tu compasivo corazón sus tristes lamentos y padecimientos
y por el poder que te otorgó Tu Hijo Jesús
intercede ante Dios para que sean rotas sus cadenas
y así puedan verse libres de las angustias que allí padecen.
Queridas Almas que vagan por el Purgatorio
y pasan por penas y sufrimientos,
tengo confianza en vuestro poder
para llevar mis sinceras súplicas ante el trono de Dios,
pues sé que son escuchadas eficazmente por El;
Almas santas, almas purgantes, orad a Dios por nosotros,
que nosotros rogaremos por vosotras
para que el Altísimo, en su infinita misericordia,
os conceda la gloria del Paraíso.
Oh benditas ánimas sabias y entendidas,
presentad ante Dios nuestras peticiones,
vosotras que no desamparan a los corazones abatidos,
ni a los que desesperan y se angustian por sus problemas,
ayudadme a salir de tanta adversidad
y a calmar el dolor que siento por no tener paz y felicidad.
Por el amor de Dios os suplico me escuchen,
orad por mis necesidades y alcanzadme esta gracia,
que yo rogaré para que subáis cuanto antes a los Cielos
y estéis muy cerca de Dios, la Virgen y la Corte Celestial.
(pedir confiadamente lo que se desea conseguir).
Con la ayuda del Padre Eterno y vuestras oraciones,
saldremos victoriosos en nuestras dificultades y problemas,
y alcanzaremos de la Divina Misericordia
el consuelo, alivio y remedio que tanto ansiamos
para nuestras graves adversidades y necesidades.
No os olvidéis, benditas ánimas del Purgatorio,
de los que con fe y esperanza os invocamos,
yo prometo hacer esta oración durante nueve días
y después teneros presente y agradecer vuestros favores
prendiendo velas para daros luz,
y sobre todo, seguiré pidiendo por vosotras
para que encontréis el camino a la paz de los Cielos
y alcancen el descanso junto al amoroso y bondadoso Dios.
En vuestras manos deposito mi confianza
pues sé que pediréis por mis desesperadas necesidades,
y aunque es muy difícil, casi imposible,
sé que con constancia y fe y vuestras oraciones
puedo lograrlo en breve tiempo.
Benditas seáis mis Almas del Purgatorio,
os agradezco de corazón por estar cuando os necesito
y deseo que pronto lleguéis a vuestro feliz destino final.
Oh Soberano Dios, Creador de todas las cosas,
vuelve tus ojos de clemencia hacia las Almas del Purgatorio
y envía a tus Ángeles para que las saquen de ahí,
perdona sus culpas y dales tu amparo
para que no estén privadas de tu Divina Presencia;
que tu infinita y gran misericordia las lleve al descanso,
para que en la perpetua paz brille sobre ellas la eterna Gloria,
y a nosotros danos gracia, favorécenos con tus soberanos auxilios,
para que guardando los Santos Mandamientos
no padezcamos la pena del desamparo y la falta de consuelo.
Oh Santísima Virgen María, comprensiva y complaciente,
a Ti Divina Madre acudimos para pedirte seas intercesora
ante el Tribunal Justísimo de Dios
y allí pidas a Tu Hijo Jesús por el alivio y consuelo
de las pobres almas del Purgatorio,
para que sean liberadas de sus penas, tormentos y aflicciones
y las lleve a los eternos descansos de su gloria.
Ruega también por nosotros,
para que sea benevolente con nosotros
y nos conceda el particular favor
que con toda esperanza hemos pedido en esta oración.
Señor líbranos del pecado y no nos dejes caer en tentación,
para que no cayendo en el precipicio de la culpa
nos liberemos de semejantes tormentos
y te alabemos y te glorifiquemos en la Patria Celestial.
Así sea, así se haga realidad lo que pido.
Reza ahora, con gran devoción y recogimiento, tres Padrenuestros, un Avemaría y un Gloria.
Así como se busca la ayuda de las Almas del Purgatorio, ellas también necesitan de nuestra devoción a través de la oración; así que no hay que olvidarse solo de pedir sino también de dar, y se verá como el favor será concedido de la mejor manera y antes de lo que se piensa.