Por qué expulsó Jesús a los mercaderes del Templo. Jesús expulsó a los comerciantes del templo porque estaban usando la casa de Dios para hacer negocios y robar a la gente. No tenían respeto por la casa de su Padre.
Después de su entrada triunfal en Jerusalén, Jesús subió al templo. Vio a muchas personas en el patio del templo comprando y vendiendo animales e intercambiando dinero. Enfadado, Jesús derribó mesas y expulsó a los animales y a los comerciantes con un látigo echo de cuerdas (Mc 11:15-16). Los principales sacerdotes estaban muy enojados con la actitud de Jesús, pero no pudieron hacer nada porque tenía el apoyo de la gente.
15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
Mc 11:15-16
Jesús explicó por qué expulsó a los comerciantes. Se suponía que el templo era un lugar especial donde la gente podía venir a orar en paz. Pero los comerciantes estaban convirtiendo el templo en un mercado ruidoso (Lc 19:46). Se aprovecharon de los peregrinos, vendiendo los animales para sacrificios e intercambiando el dinero por el impuesto del templo a precios muy elevados. ¡Los comerciantes estaban robando a la gente dentro de la casa de Dios!
46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Lc 19:46
¿Por qué expulsó Jesús a los mercaderes del Templo de forma violenta?

Jesús era celoso por el templo de Dios (Jn 2:17). Los comerciantes profanaban un lugar santo y abusaban de la dedicación de las personas fieles a Dios. ¿Quién podría rezar y encontrar la paz en la presencia de Dios en medio del ruido del mercado y después de ser extorsionado? Cualquier persona que amara a Dios estaría muy enojada.
17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
Jn 2:17
¿Por qué expulsó Jesús a los mercaderes del Templo?
Jesús tenía todo el derecho a reaccionar así. Cuando los judíos le preguntaron cuál era su autoridad para expulsar a los comerciantes, Jesús profetizó que moriría y resucitaría, demostrando que era el Hijo de Dios (Jn 2: 18-21). El templo era la casa de su Padre y él tenía el derecho y la responsabilidad de ponerlo en orden.
18Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?
19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
Jesús tenía emociones como nosotros. Su ira estaba justificada y tenía la autoridad para limpiar el templo. Pero no perdió la cabeza. Jesús castigó solo a quienes lo merecían y no exageraron. De hecho, Jesús mostró un gran control y su actitud no creó una situación violenta. Él reveló su justicia y ganó aún más respeto por parte de la gente.
Ahora ya sabes la razón de por qué expulsó Jesús a los mercaderes del Templo. Si te interesa saber por qué María Magdalena no reconoció a Jesús cuando fue a visitarlo a la tumba, continúa navegando por Descubrir.online.