Si quieres descubrir la razón de porqué Octubre Mes del Rosario, es llamado así, quédate con nosotros, ya que a lo largo de este artículo explicaremos el motivo de esta conmemoración y su trasfondo histórico, ahora sí, comencemos.

¿Por qué octubre es el Mes del Rosario?
Esta pregunta se resuelve de una manera sencilla, pero también tiene una explicación con un trasfondo histórico, y hoy hablaremos de ambas para que entiendas por completo los motivos de nombrar octubre como el Mes del Rosario, es así que comenzaremos con este artículo.
La respuesta más corta es esta: ya que octubre fue el mes elegido y establecido para celebrar el memorial de Nuestra Señora del Rosario cada 7 de octubre, y por esta razón el mes queda bautizado como Mes del Rosario. Una respuesta simple, y sin mucho contexto, sin embargo, existe una mucho más profunda y con una historia detrás.
Para comenzar a contar la historia deberemos retroceder en el tiempo, al siglo XVI, situándonos en el antiguo Imperio Otomano islámico, quienes representaban una gran amenaza militar para los países de la Europa occidental, los líderes de este imperio enviaron una flota militar de navíos con el fin de atacar a la defensas cristianas en el sur de Europa. No obstante, el Papa Pío V logró reconocer el serio peligro que representaban estos navíos, y decidió organizar su propia flota llamada la “Santa Liga” enviados para enfrentar a la flota de los turcos imperiales.
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Declarado el Mes del Rosario
Es entonces cuando el 7 de octubre en el año 1571, en la batalla decisiva, dos navíos se enfrentaron para determinar cuál de los dos bandos controlaría el tráfico por vía marítima en el mar Mediterráneo, Adriático y Egeo. Lo que depararía para la Europa occidental estaba en manos de los contendientes cristianos de la flota naval enviada por el Papa Pío V, la cual estaba formada por más de 400 barcos de guerra, y además esta batalla naval fue la más grande situada en el Occidente por muchos siglos.
El Papa Pío V solicitó a todos los fieles creyentes rezar el Rosario, para que Nuestra Señora del Rosario intercediera por los combatientes de la fuerza militar de defensa cristiana. Es así, que al finalizar la Batalla de Lepanto, la Santa Liga venció a la flota del Imperio Otomano impidiendo así que se siguiera expandiendo por Europa.
Un año más tarde, el Papa Pío V declara día de celebración el 7 de octubre honrando a la Madre Santísima, denominada en un principio como Nuestra Señora de la Victoria pero con el paso de varios siglos, su nombre fue cambiado por Nuestra Señora del Rosario para que fuera más sencillo reconocer que la oración fue el arma más poderosa en aquella batalla en el mar.
En el año 1571, el Rosario aún era una manera relativamente nueva de orar para la iglesia. El Papa Pío V había elaborado un decreto donde se establece de manera formal la devoción al Rosario en la bula papal Consueverunt Romani Pontifices un par de años antes de la Batalla de Lepanto. Mientras tanto, la promulgación universal reconocía que la devoción a nuestra Madre Santísima iba en aumento por toda Europa, y de igual manera se incrementa la oración del Rosario en distintos lugares de la región.
La devoción al Rosario se promovió especialmente en el siglo XIII por Santo Domingo, y en el siglo XVI por San Pedro Canisio, este último según los registros fue quien agregó el último verso al Avemaría que dice: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”, la cual fue impresa de manera oficial en el Catecismo del Concilio de Trento en el año 1566.

El origen del Rosario
El origen del rosario es un poco más complicado, debido a que para contar las oraciones o versos de las Escrituras se usan cuerdas, esta práctica es antigua e incluso se ha encontrado en culturas que no son cristianas. De hecho, probablemente, esta recitación cristiana de ciento cincuenta plegarias de alguna manera imita la práctica de los monjes de la Liturgia de las Horas, quienes rezaban ciento cincuenta salmos diarios.
La estructura del Rosario se desarrolló hasta llegar a como lo conocemos hoy en día entre los siglos XII y XIV, y las ciento cincuenta oraciones fueron divididas en grupos de cincuenta, y separados por versículos, hoy llamados misterios. Estos misterios, son agrupados como un ramo de rosas en un jardín, lo que da pie al nombre de “Rosario” a esta forma de orar.
El Rosario es una manera de orar y que aún sigue evolucionando hoy en día, es una invocación conocida popularmente como la Oración de Fátima, y se añadió al inicio del siglo XX. En 2002, el Papa Juan Pablo II también agrega cinco nuevos conjuntos de reflexiones llamados Misterios Luminosos, estos motivan a realizar meditaciones sobre la vida de Jesús.
Es una invitación a formar parte de la experiencia de gracia del sentido maternal y espiritual de María mientras ella nos conduce a su Hijo, Jesús. Por esta misma razón, ha sido una fuente inagotable de gracias espirituales a todos los santos. Esto es debido a que cada vez que rezas el Rosario recibes el honor y el privilegio de pronunciar el nombre de Jesús más de cincuenta veces.
Esta cantidad de gracias espirituales que son ofrecidas por medio del Rosario no vienen de la suma de plegarias sino de imitar a Cristo obedeciendo a la voluntad del Padre, siguiendo el ejemplo de nuestra Madre Santísima. Además te dejaremos un vídeo sobre este tema, esperamos que vuelvas pronto. ¡Hasta la próxima!