Leyendas cortas del día de los muertos ¡Que te sorprenderán!

Leyendas cortas del día de los muertos ¡Que te sorprenderán!

¿Sabías que existen varias leyendas cortas del día de los muertos? Pues a continuación compartiremos contigo las mejores historias sobre una de las celebraciones más representativas de la cultura mexicana.

Y es que esta fecha tiene tanta relevancia, que en el 2008 la Unesco declaró la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México. Así que te invitamos a continuar leyendo, estas leyendas realmente te sorprenderán.

Leyendas Cortas del Día de los Muertos
Leyendas Cortas del Día de los Muertos

El hombre que no puso ofrenda

Cuenta la leyenda que existió un hombre que no creía en la tradición de las ofrendas a los difuntos, ya que consideraba que solo se perdía el dinero y tiempo, además se burlaba de quienes honraban a los suyos.

Una noche antes del día de los difuntos, el hombre partió al monte en busca de leña y fue justo en medio de la oscuridad de la noche que tuvo la experiencia más impactante de toda su vida. Los muertos le hablaron y le reclamaron por el olvido.

Especialmente sus padres quienes estaban muy tristes, ya que mientras los demás difuntos recibían cada año ofrendas, ellos se quedaban siempre con las manos vacías, el hombre arrepentido corrió a su casa para preparar algo para ellos.

Pero ya era tarde, al hombre lo encontraron muerto con una expresión de dolor en su rostro. Desde ese momento se cree que quienes se niegan a ofrendar a sus muertos, pierden la protección de ellos y están expuestos a que cualquier mal les aceche.

El hombre que no respetó el día de los difuntos

Se dice que al norte de Veracruz vivió un hombre que estaba obsesionado con el trabajo, cualquier actividad que no tuviese que ver con ello, le parecía una completa pérdida de tiempo.

Cuando llegó el día de los difuntos, el hombre se fue como de costumbre a trabajar, y en medio de su jornada laboral, empezó a oír unas voces que decían: Hijo, hijo quiero comer unos tamales. 

El hombre quedó impactado con aquellas voces, que lo llamaban por su nombre,  y al instante reconoció que se trataba de sus padres, que le pedían atención y le reclamaban ofrendas. 

Luego de ese hecho, llegó a su casa y le pidió a su esposa que le ayudará a preparar los platillos favoritos de sus familiares difuntos. Cansado por tan ardua labor el hombre tomó una siesta. Cuando su esposa intentó una y otra vez despertarlo, se dio cuenta que el hombre había muerto.

La fiesta de todos los santos

Leyendas Cortas del Día de los Muertos
Leyendas Cortas del Día de los Muertos

Otra de las leyendas del día de los muertos cuenta que un hombre dijo que “no creía en las ánimas”, que ellos no venían cada año, que todo era mentira. Y como todos los dìas el hombre se fue a trabajar.

Le dijo a su esposa, que esperaría a su papá con una jícara de enchiladas, ya que él siempre comía ramas de wax tierno, y que eso era lo que le iba a poner en el altar. Cuando el hombre se encontraba trabajando, vio a un grupo de personas caminar todos muy alegres.

Esas personas llevaban regalos y ofrendas en sus manos, al tratar de reconocerlos se dio cuenta que esas todas esas personas ya habían muerto, en medio del grupo, se encontraban sus padres cada uno con las pobres ofrendas que él les dio.

Luego de ver esto, el hombre dijo “ahora ya lo creo, todos los difuntos vienen”. Pidió disculpas a sus padres, y se fue a hacerles una ofrenda más grande. Se esmeró en la preparación toda la noche para que cuando amaneciera la gente fuera a su casa a  rezarle a las ánimas.

Una vez terminó con las labores, se fue a dormir y le pidió a su esposa que lo despertara al cabo de una horas, sin embargo esto no fue posible, ya que el hombre falleció, y las ofrendas que prepararon fueron para las personas que asistieron a su entierro.

El hombre que no creía en todos los santos

Un hombre se casó con una viuda que heredó de su difunto esposo propiedades y animales. Al llegar la festividad del día de muertos, él le dijo a ella que no mataría a ni siquiera a un pollo para preparar ninguna comida especial.

Y prácticamente le ordenó que no se haría nada especial por el día de todos los santos, ya que no debían malgastar el dinero en creencias sin sentido. La mujer ignoró lo que su esposo le había dicho y empezó a preparar una comida especial y luego montó su altar para honrar a los muertos.

El hombre en medio del camino escuchó voces entre ellos se encontraba el que había sido esposo de su mujer, asustado se fue a su casa y le dijo a su mujer que preparan la comida que le gustaba al difunto.

A pesar de que éste intentó enmendar su error, ya los difuntos habían tomado el gesto como un desprecio y falleció el hombre falleció al amanecer. Quedando como reflexión de que por más humilde que sean las personas siempre se debe presentar las ofrendas a sus difuntos.

El que no quiso poner ofrenda

Un joven artesano y músico llamado Maximino del Ángel Bautista, contó la historia de un hombre que olvidó sus responsabilidades para con los muertos de su familia, y que luego se encontró con los difuntos de todo el pueblo, entre ellos estaban sus padres.

Sus padres se les notaba la tristeza por no haber recibido ofrenda como los demás muertos. De regreso a su casa, el hombre quiso enmendar su descuido, decidió preparar puerco con tamales, una de las comidas preferidas de sus padres.

Estuvo buena parte del día en la cocina preparando el banquete,  una vez terminó se fue a dormir, pero tristemente no despertó más, la comida que había preparado con tanto esmero sirvieron para su propio velorio.

Son muchas las leyendas del día de los muertos, cada una con diferentes personajes, escenarios y características, pero absolutamente todas reflejan la importancia de atender y honrar a los difuntos en su día. Así que no lo olvides nunca.

 

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