Cómo Jesús enseñó a orar. Como ya sabemos, Jesús era un orador excepcional. Con sus enseñanzas a través de parábolas, contaba verdades trascendentes y encandilaba a muchas personas. Muchos se reunían alrededor de Él para oírlo hablar.
A pesar de realizar milagros que dejaban a todo el mundo boquiabierto, lo que más llamo la atención de Jesús fue su modo de hablar acerca de los misterios de del Padre. Por esta razón, la gente jamás le preguntó acerca de cómo podían hacer milagros. Sin embargo, si le preguntaron como debían orar para acercarse a Dios.
Debemos entender que la oración es la forma de llegar a Dios. Por lo tanto, su Hijo nos mostró la auténtica forma de orar para establecer una conexión directa con el altísimo.
Para saber cómo Jesús enseñó a orar, debemos recurrir a la única fuente fidedigna de sus palabras: la biblia. A continuación, os mostraremos todos los pasos que debemos seguir para realizar una oración correcta. ¿Comenzamos?
Índice de contenidos
Cómo Jesús enseñó a orar a sus discípulos

1. Ora a solas y en silencio Cómo Jesús enseñó a orar
En este pasaje, Jesús nos dice que a Dios no le gustan las personas que oran en público para aparentar. Por el contrario, considera que la oración debe ser personal e intima para fortalecer los vínculos con nuestro Padre celestial. De este modo, Dios entenderá que lo haces de forma honesta y no simplemente para que los demás te vean hacerlo. Lo importante no es lo que piensen las demás, sino lo que sientas en tu interior.
“Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público”
2. Recita el Padre nuestro de corazón
Jesús estableció una oración para enseñarnos a orar. El Padre Nuestro. La oración consta de dos partes en las que Alabamos a Dios, y acto seguido, le pedimos ayuda sobre las cuestiones mas importantes de nuestra vida. Cuando la finalicemos, debemos decir Amén (Así sea). De este modo, Dios contestaría a nuestras oraciones.
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mateo 6:9-13
3. Ora de forma honesta
La oración no debe ser solamente un conjunto de palabras memorizadas. Cuando Jesús enseñó a los discípulos a orar, no se limitó a enseñar la oración llamada Padre Nuestro, la que nos lleva entre 15 y 20 segundos decir o repetir. Nos enseñó a orar con el corazón, del mismo modo que un hijo habla a su padre para pedirle ayuda. Por lo tanto, cuando finalices el Padre nuestro y digas “Amén”, continúa orando con tus propias palabras.
Y al orar no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis.
Mateo 6:7-8
Conclusión

La oración perfecta no se basa en decir las palabras mas bonitas. Muchas personas tienen una oratoria espectacular. Sin embargo, la alabanza perfecta es aquella que sale de nuestro corazón de forma honesta, sencilla y directa. Esa es la auténtica forma de agradar a Dios.
Esperamos que este breve artículo sobre cómo Jesús enseñó a orar, te ayude a entender como debe realizarse una oración para que Dios responda a tus plegarias. Si ahora quieres conocer mas elementos trascendentes sobre la vida y obra de Jesús, o te preguntas por qué Dios abandonó a Jesús en la cruz, te recomendamos que sigas navegando por Descubrir.online.