Cómo aumentar tu intimidad con dios en 5 pasos. El ser humano es un animal social. Necesitamos Inter relacionarnos de manera íntima con las personas a las que amamos, precisamos el cariño y el afecto otras personas para construir nuestro mundo interior.
Sin embargo, la única forma de construir nuestra espiritualidad para que nuestro mundo interior sea pleno a través de nuestra relación con Dios. Por lo tanto, es necesario aumentar nuestra intimidad con el Padre.
Tener intimidad con Dios es algo por lo que todos tenemos esforzarnos. Debemos tener en cuenta que Dios ama a todo el mundo y desea una relación íntima con cada uno de nosotros. Por esta razón, hemos creído necesario crear un artículo para que aprendas a aumentar tu intimidad con ÉL.
Desde descubrir.online, vamos a ayudarte a que aprendas cómo aumentar tu intimidad con Dios en 5 pasos. ¿Comenzamos?
Índice de contenidos
Cómo aumentar tu intimidad con dios en 5 pasos
1. Conoce a Dios a través de su palabra
Nadie tiene intimidad con alguien que no conoce, y leer la Biblia es la mejor manera de conocer a Dios. Debemos hacer lo que nos dice el salmista: “He guardado tu palabra en mi corazón para no pecar contra ti” (Salmo 119: 11).
Uno de los principales propósitos de la Biblia es transformar nuestras vidas. Podemos ver en Hebreos 4:12: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta el punto de dividir el alma y el espíritu, las coyunturas y la médula, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”.
Cuando conocemos la Biblia, llegamos a conocer a Dios, se genera intimidad, adquirimos confianza y sabemos esperar en Dios, incluso cuando las circunstancias no son favorables. De la Biblia sabemos quién es Dios.
2. Busca tiempo para la oración y el ayuno
Al igual que buscas tiempo para ver a tus padres o tus amigos, es necesario que busques tiempo para la oración y el ayuno, puesto que es la única forma comunicarte con Dios.
Sin embargo, es necesario conozcas la forma en la que debes dirigirte al Señor a través de la oración. Para ello es importante que conozcas lo que Jesús digo:
“Y cuando reces, no seas como los hipócritas. A ellos les gusta estar rezando en las sinagogas y en las esquinas de las calles para que otros puedan verlos. Te aseguro que ya han recibido su recompensa completa. Pero cuando reces, vete a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en el secreto. Entonces tu Padre, que ve en el secreto, te recompensará”
Mateo 6: 5-6
A diferencia de los líderes religiosos de la época, qué oraban para ser vistos por los hombres, Jesús oraba porque valoraba la intimidad con su padre.
Por otro lado, el ayuno también trae cercanía e intimidad con Dios, ya que nos ayuda a alejar o limitar nuestra voluntad para escuchar la voluntad del Padre.
Sin ir más lejos, las personas qué más relación han tenido con Dios a lo largo de la historia, han utilizado el ayuno. Esto le hizo oír y entender con mayor claridad la voluntad de Dios. De esta forma consiguieron más intimidad con Él.
- Moisés ayunó 40 días.
- Esdras ayunó 3 días.
- Elías ayunó 40 días.
- Daniel y sus amigos ayunaron 21 días.
- Jesús ayunó 40 días.
3. Sé obediente con Dios
La obediencia a Dios siempre fue visible en la vida de Jesús: “Jesús dijo: ‘Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra’” (Juan 4:34).
En otro pasaje bíblico, Jesús declaró: “Porque bajé del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Juan 6:38).
La obediencia es un posicionamiento, hecho con disciplina y compromiso. Podemos observar cuando el rey Saúl desobedeció a Dios y recibió una advertencia (1 Samuel 15:22). Nos dimos cuenta de que debido a su desobediencia, Saúl fue rechazado como rey de Israel y las cosas empezaron a ir mal para él. Saulo desperdició su oportunidad de ser obediente, ser bendecido y tener intimidad con el Señor.
Tenemos mucho que ganar si somos obedientes al Señor. El Hijo mismo fue obediente hasta la muerte. Cuanto más obedientes seamos, más cerca estamos y cuanto más cerca estamos de Dios, más queremos hacer su voluntad.
4. Vive en comunidad
Cuando experimentamos la intimidad con Dios, estamos tan emocionados que queremos compartirla con otros, incluidos los hermanos en la fe.
Jesús es un ser relacional. Por esta razón, cuanto mayor sea nuestra intimidad con Él, seremos más cercanos y más intencionales con las personas. Está la importancia de la convivencia, en comunidad (1 Juan 1: 7).
Otro ejemplo bíblico que podemos entender está en 1 Juan 4:20: “Si alguien dice:” Yo amo a Dios”, pero odia a su hermano, es un mentiroso, porque el que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve”.
El apóstol Pablo continúa con una instrucción más: “Por tanto, ya no sois extraños, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19).
Jesús nos da esta guía clara de que todos somos uno en el Señor. Misma unidad, mismo compromiso, misma vida, misma intimidad, una vida en comunidad.
“Para que todos sean uno, Padre, como tú estás en mí y yo en ti. Que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” Juan 17:21.
5. Sé agradecido
La gratitud no es, o al menos no debería ser, algo exclusivo de los buenos momentos. No es solo para un trabajo nuevo, una casa nueva, un coche nuevo.
Podemos ver lo que dice Pablo sobre la situación del hombre, su falta de reconocimiento a Dios, de estar agradecido:
“Los hombres serán egoístas, codiciosos, presuntuosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos”.
2 Timoteo 3: 2
“Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que sus pensamientos se volvieron vanos y su necio corazón se oscureció”.
Romanos 1:21
En Salmo 95:10 percibimos el corazón ingrato de un pueblo:
“Durante cuarenta años estuve enojado con esa generación y dije:” Son un pueblo ingrato de corazón; no reconocieron mis caminos”.
Salmo 95:10
Tener un corazón agradecido cambia todo en nuestras vidas. Saber reconocer que Dios nos ha dado la oportunidad de disfrutar la vida.
“Den gracias al Señor porque es bueno; tu amor dura para siempre” .
Salmo 107: 1
Por eso la gratitud y la alabanza van juntas, porque cuando alabamos al Señor, mostramos nuestra gratitud y reconocemos Su bondad.
Seamos siempre agradecidos, independientemente de las circunstancias, y recordemos que Él siempre busca lo mejor para nosotros. Tener un corazón agradecido crea intimidad con el Señor.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
Romanos 8:28
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
Jeremías 29:11
Esperamos que este artículo te ayude a entender cómo aumentar tu intimidad con Dios en 5 pasos. Si ahora quieres aprender a cómo orar adiós según la Biblia, te recomendamos que sigas navegando por descubrir.online.
