Para promover una vida más saludable y una dieta equilibrada, recomendar una disminución en el consumo de azúcar es una práctica común. Sin embargo, poner esto en práctica parece más fácil de lo que realmente es. Hay aproximadamente 36 nombres diferentes para la sustancia en las etiquetas industrializadas, lo que no siempre facilita la identificación del azúcar oculto.
Además de los alimentos dulces, donde la adición de azúcar es evidente, también hay alimentos donde se “enmascara”. Algunos ejemplos son las sopas preparadas, los caldos industrializados y los alimentos enlatados como el maíz y los guisantes.
Por lo tanto, siempre es importante prestar mucha atención a las etiquetas y no perderse las tablas nutricionales.
Después de todo, ¿qué es el azúcar?
Vale la pena aclarar que los azúcares son llamados “carbohidratos simples”, es decir, que están químicamente compuestos de sólo uno o dos tipos de sacáridos.
¿Cuánta azúcar podemos comer por día?
Se recomienda que compongan aproximadamente el 10% de las calorías diarias de un ser humano. En exceso, pueden causar obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Las personas que siguen la dieta baja en carbohidratos o usan ciertos tipos de medicamentos deben prestar aún más atención a su consumo diario de azúcar. Por esta razón, es realmente importante leer cuidadosamente las etiquetas de los productos para identificar los azúcares ocultos.
Cuidado con el azúcar escondido
El jarabe, el edulcorante y las palabras con la terminación “ose” pueden utilizarse para enmascarar lo que realmente son: azúcar.
También están los azúcares del grupo de los alcoholes, más conocidos como alcoholes de azúcar. Un ejemplo de ello es el maltitol. Normalmente se añaden a los alimentos gravados como “sin azúcar”. De hecho, los alcoholes de azúcar (terminación “ol”) no son ni alcohol ni azúcar. Tienen un sabor dulce y agradable – notablemente similar al de la sacarosa. Sin embargo, también requieren atención: sus ingredientes pueden hacer tanto daño como el azúcar común.
Pero, ¿está mal todo el azúcar?
Por suerte para nosotros, no. La verdad es que el exceso es el verdadero enemigo, y sí, hay mejores opciones y no tan buenas opciones.
La fructosa, el segundo tipo de azúcar más comúnmente encontrado, cuando está cruda en la fruta, es la opción más saludable. Por el contrario, la maltodextrina, con un índice glucémico muy alto, es menos recomendable, ya que puede causar aumento de peso y diabetes.
Por lo tanto, el secreto es saber elegir de forma inteligente y, por supuesto, estar siempre atento a las etiquetas, incluso a las de los alimentos que se venden como “sanos” o “sin azúcar”.